Tratamiento Psicológico para los problemas de alimentación en Murcia

Problemas alimentación niños

Potenciar hábitos de vida saludable durante la infancia es imprescindible. Un estilo de vida adecuado repercute directamente en la calidad de vida del niño. Una alimentación inapropiada durante la infancia favorece el desarrollo de enfermedades y por tanto, disminuye el bienestar de la persona.Los niños deben aprender a responsabilizarse de su propia salud y tomar conciencia de la importancia de tener un estilo de vida saludable.

Inapetencia

En la infancia es normal que se existan periodos en los que el niño muestra un rechazo a la comida en general o a ciertos tipos de alimentos en particular.Es común escuchar a muchos padres angustiados por la situación de inapetencia de sus hijos decir: “mi hijo no come nada”, “a mi hijo no le gusta nada”, o “mi hijo sólo quiere comer de lo que le gusta”.Esta situación preocupa a los padres y ponen en marcha un sinfín de estrategias para que el niño coma de manera adecuada, sin embargo, en ocasiones muchas de las estrategias llevadas a cabo no son eficaces e incluso aumentan las conductas del niño que los padres quieres cambiar. Finalmente, se crea tensión en la familia y los momentos de la comida se transforman en una batalla entre los padres y el niño.En la mayoría de los casos, el problema que presentan estos niños está relacionado únicamente con hábitos alimentarios inadecuados.El asesoramiento psicológico en estos casos, tiene como objetivo ofrecer a los padres del niño pautas y estrategias para afrontar eficazmente el problema del niño con los alimentos.  Los padres, con orientación y asesoramiento psicológico, deben modificar las conductas inadecuadas y favorecer la adquisición de hábitos saludables en el niño.En general, los niños aprenden rápidamente el poder que tiene la comida sobre sus padres y cómo rechazar comer supone recibir más atención y cuidado. Los padres deben romper esta asociación. El desayuno, la comida y la cena deben ser momentos de calma y tranquilidad, en los que las conductas negativas del niño hacia la comida serán ignoradas y las conductas adecuadas serán reforzadas.

Obesidad infantil

La obesidad infantil es sin duda un problema emergente en la actualidad. En los países desarrollados, entre los que se halla España, la obesidad infantil es considerada el trastorno nutricional y metabólico de mayor prevalencia.El porcentaje de niños con esta enfermedad es alarmante, y está llegando a ser considerada una epidemia mundial. Aproximadamente entre el 5-10% de niños en edad escolar, y el 10-20% de los adolescentes en nuestro país tiene obesidad. Además, Murcia se encuentra entre las ciudades donde existe una mayor prevalencia de obesidad infantil de España. Por este motivo, cada vez son más los padres que preocupados por la dificultad de cambiar los hábitos saludables de su hijo, deciden buscar ayuda profesional para que el niño pueda llevar a cabo un tratamiento psicológico en Murcia para la obesidad infantil que padece.El 95% de los niños que presentan de obesidad infantil padecen un tipo de obesidad denominada primaria, exógena o nutricional. Es decir, la obesidad se ha desencadenado por factores externos tales como la mala alimentación, el sedentarismo, la falta de ejercicio físico y otros hábitos inadecuados de vida saludable.

¿Qué diferencia hay entre obesidad y sobrepeso?

  • Obesidad: El peso corporal es mayor al esperado según el sexo, la talla y la edad del niño. El peso corporal supera en un 20% el peso recomendado.
  • Sobrepeso: El peso corporal es mayor al esperado según el sexo, la talla y la edad del niño. El peso corporal supera en un 10-15% el peso recomendado.
Si el Índice de Masa Corporal del niño se sitúa por encima del percentil 85 estaríamos hablando de sobrepeso. Sin embargo, si el Índice de Masa Corporal del niño se sitúa por encima del percentil 95, estaríamos hablando de obesidad infantil.

¿Cuáles son las consecuencias psicológicas de la obesidad infantil?

  • Rechazo del grupo de iguales.
  • Aislamiento.
  • Baja autoestima.
  • Inactividad.
  • Depresión.
  • Ansiedad.
  • Sentimientos de inferioridad.
  • Insatisfacción con la imagen corporal.
  • Falta de autonomía.
  • Bajo rendimiento académico.
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